Desde que soy una niña pequeña padezco domingustia: ir a misa, el sonido del fútbol en la tele, la música del programa Informe Semanal, terminar los deberes..., todo ello me decía que al día siguiente había que ir al colegio y no me gustaba. Ahora que soy sólo un poco más mayor la sigo padeciendo: la marcha atrás de las horas hacia el lunes, pensar que "mañana a régimen" y la amenaza del despertador del móvil en la mesilla, me produce una ligera ansiedad y hace que el domingo siempre lo pase un poco inquieta. Por supuesto, no es un drama y creo que la mejor manera de afrontarlo es aprovechando el tiempo al máximo. Una de las cosas que me han acompañado durante casi todas las noches de los domingos de mi vida (desde que tengo uso de razón) y me los han hecho un poco más felices a su fin, han sido los mágicos productos del Sr. Ronald McDonald. En aquellos maravillosos años eran los Happy Meal de hamburguesa con queso (el queso es fundamental en mi vida) y Fanta. Cuando ya era mayor para el Happy Meal, me pasé al cuarto de libra con queso. Ahora he descubierto el Big Mac para días muy gochos, o el Mc Pollo para los más light. Y todo esto no os lo cuento porque me hayan pagado para promocionarles en mi primer post si no porque es domingo, tengo domingustia y sobre todo porque os quiero enseñar unas fotos que hice al Mc Donald´s más molón que he conocido. Está cerca de Biarritz, decorado a modo surfeta, todo de madera y lo mejor: con terraza y vistas al mar!
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